Bodegas Luzón: Fin de vendimia 2024, un año de esfuerzo y calidad
En Bodegas Luzón, este 2024 hemos finalizado una vendimia marcada por un reto que cada vez se hace más frecuente: la sequía extrema. Nos encontramos en el tercer año consecutivo de escasez de precipitaciones, un fenómeno que afecta gravemente al viñedo en la Región de Jumilla, y que este año ha sido especialmente implacable.
Un año de sequía histórica
A lo largo de la temporada, hemos contado con una media de apenas 100 litros de agua por metro cuadrado. Esta cifra no solo es baja, sino que además ha llegado en forma de lluvias torrenciales, que en lugar de beneficiar el crecimiento del viñedo, dificultaron la absorción del agua por el terreno. Esta situación ha impuesto desafíos significativos, especialmente para la variedad Monastrell, que es la uva autóctona y emblema de Jumilla. Su brotación tardía y débil se tradujo en sarmientos pequeños y poco vigorosos, una manifestación de la escasez de agua y las condiciones climáticas extremas de este año.
Las parcelas de secano de Monastrell han sido las más afectadas. A pesar de los esfuerzos, hemos obtenido una cosecha escasa en estas parcelas, un reflejo claro del impacto de la sequía prolongada. No obstante, la vendimia de 2024 también ha dejado algunos aspectos positivos, especialmente en ciertas variedades de uva que se han adaptado mejor a estas condiciones.
Las variedades que resistieron: Blancas, Syrah y Garnacha Tinta
A pesar de las dificultades, algunas de nuestras variedades de uva han tenido un comportamiento favorable. Las variedades blancas, las tintas en espaldera y aquellas con sistema de riego —como Syrah y Garnacha Tinta— han mostrado mayor resistencia y capacidad de adaptación frente a la falta de agua. La correcta planificación de las parcelas con sistemas de riego y la selección de variedades resistentes han sido factores cruciales para mitigar el impacto de este año de sequía.
Un evento favorable ocurrió en septiembre, cuando recibimos una serie de lluvias que, aunque tardías, permitieron una ligera recuperación del viñedo. Estas lluvias no solo ayudaron a incrementar el tamaño de las uvas, sino que también retrasaron un poco su maduración. Esto nos permitió optimizar el proceso de recolección, asegurando así una calidad excelente en la producción de este año, aunque en menor cantidad.
Impacto en la producción: Un 60
% menos de uva
El impacto de la sequía sobre el rendimiento total ha sido evidente. Este año, hemos cosechado aproximadamente un 60% menos de uva en comparación con un año normal, una cifra que refleja la magnitud de las condiciones adversas. Sin embargo, gracias a nuestros viñedos propios, a las fincas de productores históricos con los que mantenemos una colaboración continua, y a las nuevas plantaciones que hemos desarrollado en los últimos cinco años, logramos alcanzar el nivel mínimo de producción necesario para mantener la calidad de los vinos Luzón.
Este esfuerzo colectivo nos permitió recolectar en total alrededor de 3.000.000 de kilos de uva. Esta cantidad, aunque menor que en otros años, cumple con los estándares de calidad que nuestros clientes esperan y que representa el compromiso de Bodegas Luzón con la excelencia en cada vendimia.
Innovación y adaptación: La respuesta de Bodegas Luzón
En un contexto de cambio climático y con condiciones cada vez más extremas, en Bodegas Luzón hemos apostado por la innovación y la adaptación como estrategias fundamentales para asegurar la sostenibilidad de nuestros viñedos y la calidad de nuestros vinos. La implementación de sistemas de riego eficientes, junto con la elección de variedades de uva resistentes a la sequía, han sido medidas clave en nuestra gestión.
Además, el esfuerzo por desarrollar nuevas parcelas y modernizar las fincas tradicionales forma parte de una estrategia a largo plazo. Sabemos que los desafíos climáticos son una constante en el panorama vitivinícola, y por ello trabajamos continuamente para mantener el equilibrio entre producción y sostenibilidad.
Un balance final con sabor a esfuerzo
A pesar de las adversidades, podemos decir que la vendimia de 2024 ha culminado con éxito. Este año ha sido una muestra más del compromiso de Bodegas Luzón con el viñedo y el respeto por la Denominación de Origen Jumilla. Gracias al esfuerzo de nuestro equipo y de los productores que nos acompañan, hemos logrado convertir la adversidad en oportunidad, adaptándonos a las condiciones y obteniendo una cosecha de calidad.
De cara al futuro, en Bodegas Luzón seguiremos trabajando para mejorar la gestión de los recursos hídricos y para adaptar nuestras prácticas agrícolas a las nuevas condiciones climáticas. La experiencia de esta vendimia nos recuerda que la calidad de nuestros vinos es fruto de un trabajo constante, que empieza en el viñedo y culmina en cada botella.
Compromiso con la calidad y la sostenibilidad
Nuestra visión para los próximos años está clara: queremos ser una bodega que no sólo elabora vinos excepcionales, sino que también se compromete con la sostenibilidad y la preservación del entorno. La vendimia de 2024 ha sido un desafío, pero también una oportunidad para demostrar la fortaleza y la resiliencia de Bodegas Luzón. Cada año que pasa, aprendemos de la naturaleza y encontramos nuevas formas de adaptarnos y mejorar.
En conclusión, este fin de vendimia 2024 marca un punto y seguido en nuestro camino, un año en el que cada uva cosechada representa el esfuerzo y la dedicación de todos los que formamos parte de Bodegas Luzón. Con vistas al futuro, continuaremos trabajando para superar los desafíos y para ofrecer a nuestros clientes la mejor calidad en nuestros vinos, una calidad que refleja la autenticidad y la tradición de nuestra tierr