La Vinificación: Tradición y Técnica en el Corazón de Bodegas Luzón

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La Vinificación: Tradición y Técnica en el Corazón de Bodegas Luzón

En Bodegas Luzón, comprendemos que el proceso de vinificación es un arte que combina tradición, técnica y pasión. Es en cada detalle, en cada etapa del proceso, donde se forja la esencia de nuestros vinos de Jumilla. A lo largo de los años, hemos perfeccionado nuestras técnicas para garantizar que cada botella refleje el carácter de nuestra tierra, la calidad de nuestras uvas y nuestra dedicación al oficio. Hoy queremos compartir con vosotros una mirada profunda a algunos de los procesos clave en la creación de nuestros vinos: remontados, bazuqueos, microoxigenación y otras técnicas esenciales que forman parte de nuestra rutina enológica.

La fermentación alcohólica: El corazón del vino

El viaje de la uva a la copa comienza con la fermentación alcohólica. Una vez que las uvas han sido cuidadosamente seleccionadas y despalilladas, entramos en la fase en la que el mosto empieza a transformarse. La fermentación alcohólica es el corazón del proceso de vinificación. En esta etapa, las levaduras convierten los azúcares del mosto en alcohol, calor y dióxido de carbono, generando también una gran cantidad de compuestos aromáticos y sabores característicos. Sin embargo, este proceso no se deja al azar, sino que requiere un control preciso de la temperatura para evitar fermentaciones indeseadas y preservar el perfil aromático que buscamos en nuestros vinos.

Remontados: Oxigenación y extracción

Uno de los procedimientos clave durante la fermentación es el remontado, un proceso que consiste en bombear el mosto desde el fondo del tanque para rociarlo sobre el sombrero de pieles de uva que flota en la parte superior. Este proceso tiene múltiples beneficios: oxigena el mosto, lo que permite a las levaduras trabajar de manera eficiente, y además favorece la extracción de compuestos fenólicos como los taninos y antocianos, responsables del color y la estructura del vino. En Bodegas Luzón, utilizamos los remontados con especial cuidado para equilibrar la intensidad del color y la suavidad en boca, buscando siempre la armonía perfecta en cada varietal.

Bazuqueos: Intervención manual para una mayor eficiencia

Además del remontado, empleamos el bazuqueo, una técnica que implica la ruptura manual del sombrero con una herramienta específica llamada bazuca. A diferencia del remontado, en el que se rocía el mosto, el bazuqueo introduce una intervención más física y controlada. Este método permite una extracción más uniforme de los compuestos de la piel de la uva, sin añadir demasiado oxígeno al proceso. En nuestros vinos tintos de mayor estructura, el bazuqueo se convierte en una herramienta esencial para lograr un equilibrio entre cuerpo y suavidad, proporcionando una mayor complejidad aromática sin comprometer la elegancia de nuestros vinos.

 

Microoxigenación: Refinando la Estructura del Vino


 

En lugar de utilizar el delestage, en Bodegas Luzón empleamos a veces una técnica llamada microoxigenación, que se basa en la introducción controlada de pequeñas cantidades de oxígeno en el vino durante la fermentación o la crianza. Este método nos permite mejorar la estructura tánica de los vinos y potenciar la estabilidad del color, elementos clave en nuestros vinos tintos. La microoxigenación también contribuye a suavizar los taninos, logrando una textura más aterciopelada y redondeada en boca. Con esta técnica, conseguimos que nuestros vinos adquieran una mayor complejidad y longevidad, al tiempo que mantenemos su frescura y vivacidad.

 

Maceración postfermentativa: El secreto del equilibrio

Tras la fermentación alcohólica, no termina el trabajo. En muchos de nuestros vinos, aplicamos una maceración postfermentativa, un proceso en el que dejamos que el vino permanezca en contacto con los hollejos durante varios días, e incluso semanas, tras la fermentación. Esta técnica permite una extracción más lenta y controlada de los taninos y antocianos, resultando en vinos más complejos, con mayor capacidad de envejecimiento. El tiempo de maceración postfermentativa varía dependiendo del estilo de vino que deseamos crear, pero siempre lo adaptamos cuidadosamente para lograr la estructura adecuada, sin perder la frescura.

La fermentación maloláctica: Suavidad y redondez

En la mayoría de nuestros vinos tintos, y en algunos blancos, llevamos a cabo la fermentación maloláctica, un proceso que convierte el ácido málico (más duro y agresivo) en ácido láctico, mucho más suave al paladar. Este proceso es crucial para redondear los vinos y conferirles una mayor sensación de volumen en boca. Al mismo tiempo, durante esta etapa se generan aromas adicionales que aportan complejidad. En nuestros vinos tintos más potentes, como Altos de Luzón, la fermentación maloláctica es esencial para lograr la elegancia y la suavidad características de la casa.

Crianza y envejecimiento: El toque final

Tras completar la fermentación y las fases de extracción, en la mayoría de bodegas llega el momento de decidir si el vino será criado en barrica o embotellado joven. En Bodegas Luzón, esta decisión se toma en el viñedo ya que somos expertos en combinar los diferentes métodos de crianza. Para nuestros vinos de guarda, utilizamos barricas de roble francés y/o americano, cada una aportando sus matices particulares de vainilla, cacao y especias. El tiempo que cada vino pasa en barrica es cuidadosamente controlado para evitar la sobre extracción de los compuestos de la madera, permitiendo que el vino desarrolle una complejidad equilibrada.

Una vez embotellado, el vino continúa su evolución en la botella, donde los taninos se suavizan aún más, integrándose con los aromas primarios y secundarios, para ofrecer una experiencia completa al consumidor final. En esta etapa de maduración en botella, podemos estar seguros de que el vino ha alcanzado su máxima expresión, listo para ser disfrutado.

 

 

Innovación y tradición: Nuestro compromiso

En Bodegas Luzón, nos enorgullecemos de combinar las técnicas tradicionales con la innovación. Mientras que el respeto por los métodos antiguos es esencial para la creación de vinos con carácter y autenticidad, también estamos comprometidos con la mejora continua. Incorporamos las últimas tecnologías en vinificación para asegurar la calidad y sostenibilidad de nuestros procesos, siempre buscando la manera de optimizar la expresión de nuestras uvas.

Por ejemplo, en los últimos años hemos implementado técnicas de vinificación más sostenibles, como la elaboración de vinos sin sulfitos, sin comprometer la calidad de nuestros vinos. Creemos firmemente que la innovación y sostenibilidad son claves para el futuro de la vinificación.

Fin del trayecto: Un viaje de sabores

El proceso de vinificación es un viaje meticuloso y apasionante, desde el momento en que la uva entra en la bodega hasta que el vino es embotellado. Cada una de las técnicas que empleamos, desde los remontados hasta la crianza en barrica, tiene un propósito claro: extraer lo mejor de cada uva, de cada añada, y ofrecer un vino que sea fiel reflejo de nuestra tierra y nuestro saber hacer. En Bodegas Luzón, cada botella cuenta una historia, y esa historia empieza aquí, en la bodega, en los detalles y en el cuidado que ponemos en cada proceso.

Estamos convencidos de que el verdadero valor de un vino reside en la pasión que ponemos en su creación, y es esta dedicación la que garantiza que cada botella de Bodegas Luzón sea una experiencia única, cargada de historia, tradición y el carácter inconfundible de Jumilla.