¿Qué son los sulfitos del vino?

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Seguramente, al tomar una botella de vino entre tus manos, hayas leído aquello de ‘Contiene sulfitos’ y te has preguntado qué son los sulfitos y por qué aparece esa mención en las botellas. Bien, vayamos por partes, pero te vamos a explicar qué son los sulfitos y sus orígenes, ya que pueden venir de dos lados diferentes: por un lado los que se añaden y por otro, los que se generan de forma natural en ellos.

Empecemos por los sulfitos ‘añadidos’ al vino. Los sulfitos son aditivos seguros, ampliamente utilizados como conservantes, pudiendo encontrarlos en embutidos, mostazas o mermeladas entre otros productos. En el caso del vino, hay evidencias de que estos ya eran utilizados en la antigua Grecia dónde se quemaban mechas de azufre cerca de las barricas y los mostos, para protegerlos y conservarlos. En la enología actual los sulfitos se añaden ya que presentan una serie de propiedades antioxidantes que hacen que el vino sea más resistente a la oxidación, además de añadirse al ser potentes antisépticos que ayudan a que el vino se mantenga estable y libre de alteraciones producidas por bacterias y levaduras, como por ejemplo el avinagrado. Así, el enólogo que recurre al uso de este producto, se asegura controlar la estabilidad del vino frente a los efectos negativos del oxígeno y el efecto alterante de los microorganismos, alargando el ciclo de vida del vino y asegurando que estos siempre lleguen al consumidor con una calidad óptima.

Pero como ya adelantábamos, en el vino no solo podemos encontrar sulfitos añadidos para evitar las alteraciones de este ya que también podemos encontrarlos de forma natural ¿Cómo es eso? Bien, durante la fermentación alcohólica las levaduras encargadas de realizarla, generarán dióxido de azufre, un compuesto químico que pertenece a la familia de los sulfitos, aunque sea en cantidades muy pequeñas. Así pues la presencia de sulfitos en el vino es, también el resultado de un proceso natural, aunque no sólo se producirán y podremos encontrarlos en el vino, ya que otros alimentos que hayan sufrido una fermentación como puede ser el queso, la cerveza o el pan, son susceptibles de presentarlos en su composición.

Y si es natural, ¿por qué aparece una mención a este aditivo en el etiquetado de los vinos? Desde hace un tiempo, se sabe que un elevado consumo de sulfitos puede generar malestar y en algunas personas sensibles a estos, alergias, debido a lo cual, estas sustancias pasaron a ser incluidas en el listado de ingredientes alérgenos, lo que hizo que los alimentos que los contienen deban de indicarlo, aunque a diferencia del resto de alérgenos, solo es obligatorio señalar en la etiqueta del producto la presencia de sulfitos si estos superan los 10 mg por litro.

Y en este punto seguramente te estarás preguntando cómo es posible elaborar vinos sin sulfitos, ya que según lo que te hemos contado anteriormente, todos los vinos contienen sulfitos, al formarse estos compuestos de forma natural durante la fermentación alcohólica. Bien, cuando un vino indica ‘sin sulfitos’, quiere decir que se ha elaborado sin sulfitos añadidos, cuidando desde el inicio del proceso la sanidad y calidad de las uvas y realizando intensas operaciones de limpieza en planta que garanticen la higiene y desinfección de los depósitos dónde se realizará la vinificación, entre otros procesos. Eso es lo que hacemos en Bodegas Luzón, para elaborar nuestro Finca Luzón sin sulfitos.

Nuestro Finca Luzón sin sulfitos es un vino vegano y ecológico, Monastrell 100%, honesto, fresco, afrutado y sabroso, de un precioso color rubí con reflejos violáceos, que muestra en nariz notas de frutos rojos, especiados y balsámicos y en boca es equilibrado, jugoso, con muy buenas sensaciones tánicas y largo.

¿Ya sabías qué son los sulfitos? ¿Conocías ya nuestro Finca Luzón sin sulfitos